Bueno, la verdad es que entre pitos y flautas tampoco creais que he tenido días suficientes para 'sufrir' el hándicap de tener que respetar el Ramadán en público.
Si, los occidentales no tenemos que seguir el Ramadán 'a raja tabla' pero sí tenemos que respetarlo y eso incluye el hecho de que en público no podemos hacer excepción alguna, es decir, el tiempo que estoy trabajando en cliente o en la calle no puedo beber ni un simple vaso ni tampoco mascar un chicle o sucedáneos.
¿Excepciones? En el campamento sigo teniendo los mismos horarios de ayuno, eso si, se crean unos horarios extra adaptados a los musulmanes.
Durante el tiempo de Ramadán, teóricamente, no se puede comer ni beber en público. En el campamento tenemos una sala común donde disponemos de agua fría, agua hirviendo (para prepararte un té) y café (americano (vamos, agua manchada!), horrendo, pero es lo que hay ... al final incluso le pillas el tranquilo (joder ... nunca pensé que podría salir esto de "mi boca"!!!). Puedes llenarte un vaso .... pero para bebertelo ... vete a tu habitación, nada de beberlo en público. Pero si entrecomillé lo de teóricamente fue porque más de uno he visto que se lo ha saltado 'a la torera' ... pero eso es harina de otro costal.
Es decir, siempre nos queda 'el comodín' del campamento en caso de una necesidad imperiosa de ingerir algo ...
Este post es un prerrequisito para entender las situaciones dispares en las cuales he estado envuelto durante el Ramadán.
Para poner un ejemplo diré que el campamento es como la casilla de salida del monopoly ... en vez de darte dinero cada vez que pasas por ella ... te dan ... abastecimiento! jejejejeje
Pues con mis sonrisas, aquí lo dejo ... escuchando a Sugarland, gran disco "The incredible machine" ... all we are es la canción que suena ... canción con fuerza y chorro de voz 'la paia' que tienen por cantante. Un poco estrambótico el 'sinte' que se oye de fondo ... pero bueno ... tampoco es que esté tan fuera de lugar!
A cuidarse,
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